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domingo, 30 de septiembre de 2012

RESPETO

POR QUE LA LPF SOLO RESPETA A LOS DE SIEMPRE.
NOSOTROS SOMOS MAS GRANDES QUE ELLOS NUNCA NOS RENDIMOS Y NOS DEJAMOS TODO POR NUESTROS COLORES.
ANOCHE ELLOS SE LLEVARON 3 PUNTOS Y LA DUDA ¿sin mateu ladron quien tendría los 3 puntos?
orgulloso de ti sevilla.

martes, 25 de septiembre de 2012

ME GUSTA,ME GUSTA

Con el mismo once que derrotó al Real Madrid, el Sevilla pretendió repetir el guión en su visita a Riazor, donde, como en el Sánchez Pizjuán, dispuso de un saque de esquina en los primeros minutos que Negredo, a diferencia de Trochowski en el choque con los blancos, envió por encima de la portería de Aranzubia.
 El Sevilla se sintió más cómodo en el césped de Riazor superado el primer cuarto de hora de partido, pero la cruceta evitó que Navas anotara un golazo de volea con la pierna derecha y el chileno Medel se quedó sin fuerza tras una pared con Rakitic en la frontal del área.
El equipo coruñés también tuvo su opción, pero volvió a chocar con el larguero, esta vez con un centro de Pizzi que desvió un jugador del Sevilla, y Negredo perdonó otro par de ocasiones antes de encontrar el camino al gol a centro del brasileño Cicinho en una jugada en la que fallaron las marcas del Deportivo.
Quedaban quince minutos para el final y los blanquiazules buscaron la pegada del portugués Nélson Oliveira para tratar de que el Sevilla no se marchara con los tres puntos de Riazor, pero no pudieron remediarlo y, además, encajaron el segundo tras un despeje de Aranzubia que dio en el trasero de Rakitic y se coló en la portería de un equipo que ha dejado de ser invicto.

domingo, 16 de septiembre de 2012

¡GRANDE SEVILLA!

Cada partido tiene una jugada que lo define, un momento que explica lo que dicta el marcador, que marca la justicia de lo que ocurre. El encuentro enfila su recta final, Cristiano Ronaldo encara, pisa área, parece que por fin tiene su momento con el gol que se le ha resistido toda la noche, pero Fernando Navarro llega desde atrás y mete la pierna con todo, toca balón y el peligro se esfuma, lo que era miedo se vuelve rabia, coraje, orgullo. Y Navarro mira a Ronaldo, diciéndole que se levante, que no ha podido ser, que no podrá ser, que esa noche es sencillamente la noche del Sevilla. Y no hay más. Y Ronaldo se desespera, como el Madrid, atenazado por la impotencia de verse superado por un rival más intenso, mucho más intenso, que metro a metro le gana la batalla, creciéndose al ver que ganar no es una opción, sino la opción. 
El Sevilla ganó, en definitiva, porque se batió con una ferocidad inesperada para un contrario mucho más dócil en las formas y el fondo. Pero no todo fue actitud y ambición, la clave del triunfo tal vez haya que buscarla en el vestuario, donde sin duda se cocínó. Los partidos no se ganan en la pizarra, ni mucho menos, pero sí se puede dar en la caseta el primer paso para ello, dando las pertinentes indicaciones. Eso ocurrió esta noche en el Sánchez Pizjuán, con un once de Míchel sorprendente, pues el madrileño plagó el equipo de centrocampistas, jugando con un trivote compuesto por Maduro, Medel y Rakitic, y utilizando en la línea más adelantada a Trochowski, escorado en la izquierda, con Navas en la diestra y Negredo en punta. Ahí empezó a gestarse la victoria, porque el Sevilla fundamentó su fuerza en la medular, cerrando los espacios y asfixiando las intenciones de un Madrid que nunca tuvo claro su horizonte. 
El Sevilla ganó, en definitiva, porque se batió con una ferocidad inesperada para un contrario mucho más dócil en las formas y el fondo. Pero no todo fue actitud y ambición, la clave del triunfo tal vez haya que buscarla en el vestuario, donde sin duda se cocínó. Los partidos no se ganan en la pizarra, ni mucho menos, pero sí se puede dar en la caseta el primer paso para ello, dando las pertinentes indicaciones. Eso ocurrió esta noche en el Sánchez Pizjuán, con un once de Míchel sorprendente, pues el madrileño plagó el equipo de centrocampistas, jugando con un trivote compuesto por Maduro, Medel y Rakitic, y utilizando en la línea más adelantada a Trochowski, escorado en la izquierda, con Navas en la diestra y Negredo en punta. Ahí empezó a gestarse la victoria, porque el Sevilla fundamentó su fuerza en la medular, cerrando los espacios y asfixiando las intenciones de un Madrid que nunca tuvo claro su horizonte. 
Al Sevilla le costó salir en un principio, porque el Madrid atacaba con todo, pero las fuerzas capitalinas fueron cediendo y el equipo de Míchel se vino arriba, sobre todo desde la derecha con continuas asociaciones de Cicinho y Navas que trajeron de cabeza a Marcelo. Negredo, batallador, fue fundamental, por su parte, para dar respiro al resto de sus compañeros, poniendo la pausa cuando el choque se pasaba de revoluciones. El ritmo en la primera parte fue trepidante, porque el Madrid jugaba muy arriba y las réplicas del Sevilla, veloces, rozaban el segundo, echando de menos un poco de certeza en el último pase. No obstante, pese al ajetreado desarrollo de los acontecimientos, el Sevilla, por la superioridad que ejercía en la medular, donde disponía de muchos más efectivos, daba la sensación de tener el control, algo que no varió en el segundo tiempo, pese al doble cambio de Mourinho. Los madridistas nunca estuvieron cómodos y de hecho su mayor acción de peligro llegó con un disparo lejano de Modric que se estrelló en el palo. Míchel sacó a Manu por Rakitic y poco más tarde a Negredo, que tuvo el segundo pero no cruzó bien su remate, con molestias, por Luna. La apuesta seguía siendo ser fuerte en el centro del campo, sobre todo cuando en el tramo final salió Kondogbnia por Trochowski. El francés se sumó a la exhibición de solidaridad de todo el grupo. Siempre había una pierna detrás de otra y nunca faltaba una cobertura. El partido, defensivamente hablando, fue verdaderamente perfecto, y cuando el guión lo exigió Andrés Palop se empleó con una seguridad que le acredita en la titularidad que se le concedió esta noche. 
El partido, no obstante, se mantuvo en vilo hasta el final, porque incluso en el descuento Cristiano Ronaldo dispuso de una falta franca para poder empatar. El portugués, en cambio, ejecutó demasiado alto. No era la noche de los merengues, hoy verdes, que fueron pasados por encima por un rodillo de ambición y coraje, por un equipo en todos los sentidos, del que sorprendió sin duda un planteamiento táctico que descolocó al Madrid, que no esperaba tanto rival en la zona ancha. Míchel tuvo mucho que ver con esta sabrosa victoria, que se solidificó con la pasión con la que jugaron unos jugadores que, no hay que olvidarlo, se emplearon de igual modo en Vallecas, pero no con la misma fortuna. Eso es el fútbol, que al final siempre concede méritos al que los merece, aunque sea tarde.

domingo, 2 de septiembre de 2012

SE QUEDARON 2 PUNTOS EN VALLECAS

El Sevilla logra un empate en su visita a Vallecas, resultado que sabe a muy poco tras errar Negredo y Rakitic un penalti en cada tiempo y jugar el Rayo casi media hora con un hombre menos por la expulsión de su portero Rubén. El equipo nervionense ha sido superior en juego y en número, pero ha fallado innumerables y claras ocasiones.




El conjunto de Míchel salió muy bien plantado sobre el terreno de juego, controlando el balón y creando ocasiones de peligro constantes. La primera llegó con un penalti de Amat sobre Negredo, tan innecesario como claro, que el delantero enviaba al poste. Corría el minuto siete de partido y el Sevilla había perdonado una gran ocasión de ponerse por delante, pero no fue la única de la que dispuso en la primera mitad.



Los minutos pasaban y la relajación se hacía dueña del juego hispalense, así que el Rayo aprovechó para meterse en el partido. Sin embargo, las ocasiones con más peligro caían del lado sevillista, sobre todo por parte de Jesús Navas por la banda derecha.



En la segunda mitad, el Sevilla seguía pensando en la victoria y la buscaba, sobre todo al contragolpe. En uno de ellos, Rakitic se plantaba en el área madrileña y era derribado por Rubén, por lo que Clos Gómez señalaba el punto de penalti y le enseñaba la tarjeta roja al cancerbero. El propio Rakitic tomaba la responsabilidad de coger el balón ya que Negredo había fallado ya un penalti en la primera mitad, pero el croata tampoco tenía suerte y enviaba el balón fuera.



A POR EL MADRID,TE ESPERAMOS.