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lunes, 12 de diciembre de 2011

NA DE NA


Careció de dueño el primer tiempo. Tras un arranque fulgurante en el que asombraba el ritmo y la velocidad del balón, rápidamente se levantó el pie y se calmó el partido. El Levante, que parecía haber salido a mandar cejó en su empeño y al cuarto de hora el trivote sevillista ya era el dueño del balón. En ese impás Coke ya había asomado por el área de Munúa con un remate de cabeza alto y Navas se había llenado de balón al mandar por encima del larguero un pase de la muerte de Manu que Nano y Juanfran no despejaron. En el otro área sólo dos apariciones de Koné, pero que éste no acertó a controlar y demostrar por qué Monchi lo fichó.

Con el Levante más agazapado de lo normal Rakitic mandaba pero el Ciutat no llegaba a desesperar porque sabía que llegaría esa ocasión que amortizar. Y así fue al poco de empezar el segundo tiempo y justo después de que Munúa sacara un remate a bocajarro de Trochowski. Y, para más inri, fue un exbético, Nano quien aprovechó una indecisión entre Varas y Negredo para rematar.
El sabado nos vemos en la peña. A por el madrid.
Os recuerdo que hay que pagar la loteria,si no podeis ir a la peña ingresarlo en el nº de cuenta.
VAMOS MI SEVILLA,VAMOS CAMPEON

2 comentarios:

JMDueñas dijo...

Hola amigos,

Soy sevillista, como vosotros, de Sevilla, y estoy estos días en Valencia por trabajo. Me encantaría poder compartir unas cervezas con vosotros mientras disfrutamos del partido de mañana en Lepe. Pasaré por la sede de la peña, ya que he llamado al teléfono que aparece de contacto y me dice que no existe. Un abrazo y a pasar página de lo del sábado. Saludos.

Pako13 dijo...

Contar un chiste sobre muertos y que alguien de los que te escucha haya tenido la desgracia de perder a un familiar recientemente; comentarle a un amigo que su novia está muy buena y que te diga a continuación que ya no está con ella porque le dejó por otro; o imitar a alguien sin percatarte de que está a tu lado son meteduras de pata habituales del imperfecto ser humano de las que, realmente, no tiene culpa, pero en las que acaba con la cara colorada y deseando encontrar un agujero en el que meterse. Al Sevilla se le quedó ese mismo rostro de circunstancia, de imbécil, para qué negarlo, cuando recibió en el Ciutat de Valencia un gol de chiste, de chiste malo y totalmente inoportuno: era la ocasión pintiparada para auparse a la cuarta plaza y dar un golpe sobre la mesa.
A OTROS ENTRENADORES DE LA CASA LO TIRAMOS POR MUCHO MENOS......