Páginas

martes, 27 de marzo de 2012

ASÍ SI


Es real, sí. El Sevilla está creciendo y tras la lamentable imagen que dio en la primera parte de Gijón, el equipo se ha rehecho, dando la cara contra el Barcelona e imponiendo su teórica superioridad ante dos rivales de la zona baja como Racing y Granada. Y no de cualquier forma, con oficio, controlando los tiempos, manejando bien las circunstancias y matando al contrario en el momento oportuno, gracias en parte a que sus delanteros están recuperando el gol y el ataque en general ha recuperado la confianza perdida, algo que se nota en la alegría y la vistosidad que ha ganado el juego de los nervionenses.
No fue, sin embargo, igual de sencillo el choque en el Nuevo Los Cármenes que el del pasado jueves. La primera mitad resultó un canto al buen fútbol, al juego eléctrico, al golpe a golpe… El espectáculo que brindaron ambos equipos en los primeros 45 minutos fue sencillamente excepcional, pudiendo haber pasado de todo en el apasionante intercambio de peligro que mantuvieron los contrincantes. A decir verdad era lo que se esperaba, porque el Sevilla de Míchel tiene una inercia ofensiva inevitable y al Granada le gusta jugar con la línea defensiva muy adelantada, buscando una presión efectiva y salidas rápidas. Por eso cada equipo tuvo sus momentos, porque los espacios eran muchos y los veloces ataques no cesaron hasta que Negredo rompió el partido con una sutileza balompédica al filo del descanso. Antes de eso ocurrió de todo. El propio Negredo pudo marcar, con un remate por arriba que desvió Roberto, tan colosal como Palop, después de un gran servicio de Reyes. El balón quedó muerto y el punta madrileño no lo remató en la raya por muy poco, pues se le adelantó Borja Gómez. El Sevilla enfilaba siempre por el flanco de Navas. El palaciego está fino y el hecho de que siempre se lleve a dos defensas propicia huecos que esta noche supo aprovechar muy bien. Una de sus muchas jugadas acabó con un trallazo de Reyes que de nuevo hizo lucirse a Roberto. Pero el Granada no se quedó de brazos cruzados. Prácticamente al instante Uche tuvo el gol, fusilando a bocajarro dentro del área, tras servicio magnífico de Dani Benítez. Palop, inmenso, sostuvo a los suyos con una enorme intervención. El partido se rompió. Las ocasiones continuaron cayendo en cascada y ya en el 39 Negredo embocó la historia a favor de los nervionenses. Reyes arrancó desde la divisoria, habilitó al de Vallecas en ideal posición y éste, solo ante Roberto, superó al guardameta con un suave toque al balón que puso un poco de pausa a la montaña rusa en que se había convertido el choque.
El descanso no rebajó los ánimos. El Granada salió envalentonado y el Sevilla sufrió hasta que logró el segundo. Dani Benítez, sobre todo, tuvo una sensacional oportunidad para la igualada, pero otra vez Palop evidenció su maravilloso estado de forma. La presión arriba local, obviamente, destapó mucho su retaguardia y de eso se aprovechó Negredo, que persiguió un pase largo de Fernando Navarro y en línea de fondo escorado a la izquierda envió atrás, donde Manu del Moral, en estado de gracia, ajustició con un ajustado disparo a Roberto. El gol del jiennense heló el ímpetu granadino. Por si acaso, Míchel no se anduvo por las ramas, quitó a Reyes y reforzó el centro del campo con Rakitic. Con el croata se generó una manifiesta superioridad en el centro del campo que desconectó al Granada del partido. El Sevilla, saliendo desde atrás, pudo lograr un resultado de escándalo. Rakitic, Negredo, que envió una vaselina a la cruceta, y Navas pudieron hacer el tercero, pero otra vez fue Manu, al igual que en Santander en el descuento, el que hizo el tercero, tras cazar un rechace de Roberto a disparo de Navas, al que sólo le faltó el gol para cerrar un partido monumental.
El Sevilla se despachó a gusto, sin duda, en los últimos compases, con desparpajo y mucha entidad en su fútbol. Segunda victoria consecutiva con goleada, ambas a domicilio, que definitivamente impulsa al conjunto de Michel a la zona alta de la tabla. Con nueve jornadas por delante puede pasar absolutamente de todo. Aún hay margen para corregir los muchos traspiés que ha deparado el curso futbolístico, pero no es eso lo que invita a soñar, sino más bien las sensaciones que despoja un equipo que parece haber recuperado la confianza en todas sus líneas. Desde Palop en la portería, a una defensa con Fazio al mando incuestionablemente sólida, con los extremos en un magnífico momento y con los delanteros por fin con la puntería afinada. Ahora sí, el Sevilla dibuja ese juego vertical y preciso que por argumentos y condiciones tiene, pero que hasta la fecha no ha sabido exhibir con continuidad. El siguiente paso es encadenar tres triunfos consecutivos, algo que no se logra desde octubre de 2009. Hay que dar continuidad a la excepcional imagen dada, ésa es la clave.

jueves, 22 de marzo de 2012

VICTORIA EN SANTANDER Y GRAN AMBIENTE PEÑISTA



GRACIAS PEÑA POR ESTE AMBIENTE.



El conjunto andaluz comenzó bien por la banda derecha, la de Navas, el Racing de Santander, perforó en dos ocasiones las redes de Palop, aunque en ninguno de los dos casos el gol subió al marcador.Por su parte, el Sevilla se sintió a gusto en la fría noche cántabra, con una afición murmulladora, como a sabiendas de que algo malo iba a suceder de un momento a otro. En el minuto 18, el recuperado Negredo acertó ya a rematar de cabeza un buen servicio de Navas, pero fue en el 31 cuando llegó la jugada polémica. Clos Gómez se tragó un penalti de Mario sobre el delantero del Sevilla: el meta del Racing salió con las dos piernas por delante y arrolló al vallecano.
El Sevilla no rechistó, y dos minutos después marcó el primero, tras un buen remate con el exterior de Negredo que rechazó Mario y se encargó de aprovechar Jesús Navas.Así se llegó a la segunda mitad, que comenzó con Reyes en el terreno de juego en lugar de Perotti.Fue en el minuto 56, cuando Manu del Moral, partiendo del costado izquierdo, fue buscando ángulo hasta encontrar posición de remate.Manu del Moral se convirtió en el bigoleador de la noche para romper la mala racha sevillista.

SEVILLISTAS NO DEJÉIS QUE ESTO SE PIERDA,LUCHEMOS POR NUESTROS COLORES.

NOS VEMOS EL LUNES.

VAMOS MI SEVILLA,VAMOS CAMPEÓN

sábado, 10 de marzo de 2012

NO PASA NAAAAA SOMOS SEVILLISTAS

HAY ALGO MAS GRANDE QUE ESTE ESCUDO


A priori se presuponía una visita complicada a un estadio en que la pasión bulle y empuja siempre a los locales. El Sporting fue agresivo y jugó al límite, como se esperaba, pero más que embotellar en el inicio a los hispalenses lo único que logró fue desconectarlos en el comienzo e impedir que dieran fluidez a su estilo. Por ocasiones que tuviera, la realidad es que Sevilla no supo tomarle el pulso a la situación. Sorprendió la disposición inicial de Míchel, que sacó a Perotti en la izquierda, colocó a Reyes en la mediapunta y en punta de lanza a Manu, dejando a Babá en el banquillo. La batalla se iba a librar en la medular y en cierta medida así fue, porque los gijoneses tendieron la trampa avecinada… Ni siquiera así, en cambio, sufrió en los comienzos el Sevilla, que sin tener una presencia ofensiva destacable era el que más peligro generaba, salvo cuando los propios andaluces relajaban la tensión y se dejaban sorprender. El primer aviso lo puso Barral en el minuto 17, aprovechando un mal pase de Cala, y en la segunda ocasión, ya pasada la media hora de juego, André Castro, solo en el flanco izquierdo del área, no perdonó con un disparo cruzado que decidió la suerte de unos y otros en El Molinón.Antes del tanto de Castro, Navas sirvió un balón de oro a Perotti, que el argentino a placer lo remató con la testa al palo, con Juan Pablo batido. Poco después Manu envió alto un remate con posición franca e incluso ya en desventaja, en los minutos que precedieron al descanso, el equipo pudo empatar, sobre todo con un disparo en el que Reyes fusiló sin oposición a un Juan Pablo que tiró de reflejos para salvar a los suyos. En la reanudación el Sevilla cambió la cara a mejor. Sin fútbol ni continuidad, porque el Sporting ya había condenado el juego a la nada desempeñándose con extrema dureza, los de Míchel dispusieron de ocasiones suficientes para haber ganado. Rakitic, en el área con todo a favor, por ejemplo, perdonó un empate cantado, que también pudo lograr Navas en varias ocasiones, topándose siempre el palaciego con un Juan Pablo muy acertado. Salieron Campaña por Cala y más tarde Babá y Trochowski… El Sevilla se volcó un poquito más al ataque para buscar una igualada que por esfuerzo se merecía. Pero en la guerra que se convirtió el choque los hispalenses se ahogaron en los momentos determinantes. Perotti y sobre todo Navas pisaron área, generaron situaciones, pero en el instante clave no se tiraba a portería. Y cuando se hacía, como Manu o Fazio en respectivas acciones con la cabeza, se estaba muy lejos del tanto Se puede decir sin duda que el Sevilla vivió en el área contraria en la segunda parte, excepción hecha de varias contras asturianas en las que Palop estuvo inmenso… Pero vivir arriba no se traduce en marcar si no se aplica la correcta dosis de maldad e intención a los ataques. Y eso le faltó a los nervionenses, que no pudieron con el atolondramiento que generaron los locales atrás y que fueron víctimas de su inocencia en ciertas facetas del juego. El Sporting hizo su guerra y con mucha fortuna le salió la jugada. El Sevilla lo intentó como pudo, pudo lograrlo, pero no supo ajusticiar cuando el partido se lo exigió.
No pasa nada el dia 17 os quiero a todos en la peña para aminar a nuestro SEVILLA.
VAMOS SEVILLA VAMOS CAMPEÓN

domingo, 4 de marzo de 2012

MERECIMOS MAS


La primera parte fue rojiblanca. Míchel salió con cuatro atacantes y sólo dos medios, uno de ellos Rakitic, más artista que obrero. Enfrente, cuatro centrocampistas (Tiago, Gabi, Mario y Koke). El desequilibrio fue el esperado. No lo fue el héroe del Atleti: Salvio. Descifrar al argentino es lidiar con un hijo adolescente, cualquier reacción es posible ante un mismo estímulo. Igual se pone tierno que borde, corre que frena, tira que pasa, desborda que tropieza. Ayer, durante 45 minutos, fue un hijo modélico.A los 9', se adelantó perfectamente a Fernando Navarro para cabecear como si fuera Falcao un centro de Gabi. Y aún forzaría a Palop a lucirse en tres ocasiones más antes del parón. Con Adrián algo difuminado, entre el cansancio y la añoranza de su socio colombiano, el argentino asumió el protagonismo, bien acompañado por Gabi (cada día mejor) y los dos laterales. Al Sevilla apenas le sostenían la garra (a menudo descontrolada) de Medel y algún detalle del eterno Kanouté.Reyes, como tantas veces, confundió el enemigo y se enzarzó en una pelea con el árbitro a ver quién era más cabezón. Uno se caía fácil y el otro no pitaba falta así le dispararan. Lo cierto es que, en un partido de intensidad desatada, Álvarez Izquierdo no ayudó a poner calma. Especialmente curioso fue su convencimiento de que tocar el balón con la mano ya no es falta. Cosas.Pero el Atleti no aprovechó su mando y del descanso emergió otro Sevilla, uno liderado por este nuevo Navas, que es el antiguo. Gran noticia. Kanouté, que con esa mente puede jugar hasta que le dé la gana, lo vio claro: "No tenemos centro del campo y el bueno es Navas". Así que dio diez pasos atrás, se disfrazo de medio y únicamente miró hacia la banda derecha.Reacción. En el Atleti, el fuelle se acabó y Salvio volvió a su versión caótica. El empate fue una dura comparación entre su sabiduría y la del malí del Sevilla. En un contraataque de tres contra uno, Salvio condujo sin mirar hasta perder la pelota en la frontal. En la contra-contra, Kanouté tardó una milésima de segundo en detectar a Navas y ponerle el balón en ventaja. Medio gol. El otro medio lo puso el extremo con un pase a medida a Babá, que no tuvo ni que apuntar para marcar.La igualada volteó definitivamente la contienda y Courtois evitó la venganza de Reyes en un cabezazo a bocajarro. Pero el justo empate ya no se movió. El punto no resuelve dudas a ninguno, pero tampoco les hiere. Les queda vida y tiempo en una carrera por la Champions que parece disputarse a la pata coja